Algunos de vosotros se habrán dado cuenta que esta web se ha quedado obsoleta, así que he hecho una nueva web, más bonita, más modernita.
A partir de hoy, os remito a esta dirección:
Hasta pronto!
Algunos de vosotros se habrán dado cuenta que esta web se ha quedado obsoleta, así que he hecho una nueva web, más bonita, más modernita.
A partir de hoy, os remito a esta dirección:
Hasta pronto!
Mástil:
Después de cerrar el instrumento, tocaba ponerle el mástil obedeciendo a los requisitos de mi cliente: Longitud de cuerda más pequeña, espesor y ancho a medida…
Primero hubo que volver a construir el taco del cuerpo a donde se encajaría el mástil.
Para hacer un medio mango, conservamos la cabeza (aunque en este caso la cabeza no era original) y la pegamos a un nuevo mástil.
Una vez sacado el mástil, rellené los agujeros de las clavijas
Por desgracia no hice más fotos del trabajo del mástil, pero si os interesa tener más informaciones sobre el «como se hizo», os invito a leer este articulo que escribí sobre la restauración de un violonchelo. Allí se ven los pasos detallados del trabajo de medio mango .
Una vez el instrumento montado, me puse a barnizarlo buscando el tono más cercano al original, cosa bastante dificil sabiendo que muchas personas hicieron retoques y que estaba todo menos uniforme.
A continuación hice el montaje: Cejillas, cepillar el diapasón, alma, puente y cuerdas.
Sin más dilaciones, os enseño el resultado final :
Y como no, aquí estoy con Federico Esteve, el dueño de este maravilloso instrumento que me ha acompañado gran parte del año. Se puede ver y escuchar este contrabajo en la orchesta de Extremadura.
Añadir que para conseguir este resultado he contado con los consejos habiles de Matthew Tucker, de Bresque Basses, luthier de contrabajos en Sydney, Australia. Me ha sabido contestar cada vez que tenía dudas, con la paciencia y el entusiasmo que lo caracteriza.
Thanks Matt!
1 – Aros
Al descubrir el contrachapado que reforzaba los aros, sólo había una opción, quitarlo todo.
Este tipo de reparación absorbe gran parte de la vibración y hace que la vibración de la tapa no se transmita correctamente al resto del instrumento.
Aprovechamos para quitar el resto de las reparaciones dudosas.
Una curiosidad del instrumento: Los tacos inferiores de los «c», que son los bloques de abeto que unen los aros de abajo y centrales, no estaban pegados en el fondo, sino en la mismísima barra armónica que soporta el alma!
Este tipo de montaje es valido para los pequeños instrumentos como las guitarra, pero con las maderas tan grandes del contrabajo, las deformaciones son mayores y para evitar que se abra el instrumento, las barras armónicas del fondo deben de estar separadas de los aros de 3 mm como mínimo.
Y claro, para restaurar los aros, tuve que sacarlos del fondo, pegandolos a una base de contrachapado para que no se deformen.
Alternando tiras de abeto y piezas de lino empapadas de cola animal, acabé de reforzar el conjunto
2 – Fondo
Así me llegó
La pieza de arriba no hacía ninguna fuerza, el bloque del mástil estaba totalmente desolidarizado del fondo, había que buscar una altenativa eficiente y bonita…
Encontré la madera de arce rizado que mejor se parecía al fondo. Y sí, algo de puzzle tuve que hacer…
La unión de estas dos piezas no ofrecían ninguna fuerza, hice pues un rebaje con una mini fresadora, y pegué otra pieza de arce a mitad espesor.
Una vez la pieza puesta, tocaba filetear
Algunos detalles de otras reparaciones del fondo:
Resultado:
La diversión empezo con la tapa…
Para poder reparar facilmente la tapa, que estaba muy dañada y muy fina, tuve que hacer un molde de escayola, para luego tener una base firme para quitar todas las viejas reparacións y reparar las grietas.
Algunas grietas me dieron más guerra, otras menos. También al ver que dos «alas» de la tapa estaban tan finas y rotas que no hubi más opción que poner madera nueva.
Era necesario reparar los bordes y la suela, es decir laparte donde se pega la tapa a los aros.
En este punto, la tapa ya estaba más resistente, pero estaba lejos de estar reparada, faltaba reparar las grietas grandes con parches, y poner tacos para reforzar las otras.
Pero era lo suficente resistente para empezar a devolverle su forma.
El primer paso era corregir el molde. Al quitar la tapa, tenía una copia perfecta de los defectos de la tapa. Con una rasqueta, o cuchilla, quité escayola a donde estaba abultado, intentando dar al molde una forma simétrica.
El segundo (largo) paso: colocar la tapa en el molde corregido, humedecer la tapa y con la ayuda de bolsas calientes y pesadas, dejar que el vapor, calor , peso y gravitación terrestre devuelva su forma a la tapa.
Modifiqué un poco la tecnica, para dejar más libertad de movimiento a la tapa, con este corsé:
Ha sido una operación larga, más de un mes, pero al final la tapa ha vuelto a su sitio.
Allí van un par de fotos del resultado final:
Una vez la tapa con su forma, ya podía ponerme con las reparaciones definitivas de la tapa.
Como escribi anteriormente, la tapa es muy fina. Eso se debe a dos razones:
Mi idea primera era de hacer unos dos o tres parches para reparar la zona del alma y de los extremos de la barra armónica…
Pero la madera estaba muy rota por toda la barra armónica…
La tapa ya estaba reparada por fin, sí, sí…
…pero sería suficiente?
El contrabajo tenía que aguantar 4 cuerdas metálicas y las exigencias de un músico de alto nivel. A pesar de estar solida y resistente, en el eje central, donde más espesor debemos tener, solamente medía 7 mm en su parte más gruesa, y hasta 4 mm en la parte más fina!
Despuès de tanto trabajo, no quería ver el instrumento hundirse de nuevo!
La última operación, y no la menos complicada :
El DOBLADO DE TAPA!!!
Se trata de añadir más espesor a la tapa existentea donde más lo necesite, pegandole unas piezas de abeto que se adaptan a la perfección al interior. Un trabajo larguísimo si tenemos en cuenta la superficie que hay que cubrir.
Luego se vacia y se talla hasta el espesor deseado.
Y para acabar, sólo queda los refuerzos de las grietas no cubiertas por la doble tapa y la barra armónica.
Y por fin, el resultado final final!
Se trata de un contrabajo español del siglo XIX hecho por el luthier catalán Agustí Altimira (1805-1882).
Vino a mi taller para una restauración completa, y cuando digo completa, pues es que es completa…
La tapa estaba totalmente hundida en la parte de la barra armónica, además de tener varias grietas feas, la peor siendo la que se ve detrás del puente, en el alma.
El fondo:
Tuvo una reparación de talón un tanto peculiar y unas cuantas grietas. No se aprecia bien en la foto, pero volvieron a pegar la junta central, y lijaron abusivamente esa zona…
El mástil fue reparado varias veces, y no aguantaba más arreglos.
Además, para hacer el instrumento más cómodo, decidimos reducir el tiro de cuerda, que era de 107cm y hacer un mástil que saliera más alto del cuerpo (espacio entre la base del diapasón y la tapa)
Eso fue lo que podíamos ver por fuera, pero el Altimira nos aguardaba más sorpresas
Lo primero que hice fue quitar el mástil, y me ha costado mucho mucho mucho sacarlo.
Se trata de una restauración de un violonchelo de origen desconocido que tenía los siguientes problemas:
Tapa:
proceso de parche de alma
resultado:
tapa restaurada:
Fondo:
Mástil:
Resultado final:
En ocasiones llegan olas de instrumentos que no he visto en meses, a veces años. Parece que este año la temporada de los laudes ha empezado fuerte!
Allí van dos ejemplos de reparaciones interesantes:
Antonio Dotras Cordoba (1973):
Este instrumento de 1973 ha sido guardado en su caja después de que se le soltará el puente. El puente se perdió así que el dueño me pidió que le hiciera uno nuevo, además de cambiarle el cordal.
Telesforo Julve (1932/1944)
No se podía afinar una de las cuerdas de lo desgastadas que estaban la rueda y la varilla en la que estaba atornillada. No se encuentran piezas de recambio para este modelo (por lo menos yo no las he encontrado) y cambiar el clavijero no era una solución agradable por dos razones: El acabado brillante cromado del nuevo no hubiera pegado con el resto, y además la distancia entre clavijas no correspondía.
He fabricado una varilla nueva par ponerle otra rueda vieja en mejor estado y va de maravilla.
Hace Mucho tiempo que no doy de comer al blog, así que allí va una de las restauraciones que hice tiempos atrás de la que me siento algo orgulloso 😉
La guitarra laúd era muy popular en el principio del siglo XX en Alemania y es bastante probable que este instrumento sea de esta época.
Así me llego:
Muchas rajas, un puente con medio bigote, y unas clavijas rotas.
Además, llevaba puestas unas cuerdas de metal (muy mal!) que hicieron que se doblará el mástil dejando las cuerdas altísimas.
Instantáneos de la restauración:
Y después de unas sesiones de barnizado, allí está el resultado:
El instrumento se ha quedado muy cómodo de tocar, con unas cuerdas nylgut que aportan la calidez del sonido de la tripa pero con la fiabilidad de las cuerdas modernas.
El sónido de este instrumento está a mitad camino entre él de una guitarra romántica y él de un laúd, muy bonito.
Gracias a Asier de Benito por darme consejos para restaurar este instrumento que nunca había trabajado.
Así llego…
Lo complicado fue que esta mandolina había sido sometida a la gran tensión de sus cuerdas durante unos 25 años (sin tocar), abandonada arriba de una estantería..
Además de tener el mástil bastante torcido, costaba mucho llevar todo en su sitio.
Primero encolé las costillas sueltas que se podía arreglar antes de cerrar el instrumento.
Luego intenté encontrar la manera más eficiente (pero no presentable) de llevar a su sitio la parte de la unión con el mástil a la vez de alinear las costillas
Al quitar las vendas del pacientes, quitarle los sobrantes de cola y una poco de lija, teniamos esto
A continuación, pusé un poco de color en las partes a donde tuve que lijar y protegí el instrumento para darle una capa de barniz trasparente en la caja
Después de pulir y montar: